viernes, 2 de octubre de 2009

De leones y requesones (1)



El queso de Burgos es lo más parecido al requesón que se me ocurre ¿O son los sesos de don Quijote?

Comentario al capítulo XVII del Quijote, segunda parte.Publicado en http://laacequia.blogspot.com/


De donde se declaró el último punto y estremo adonde llegó y pudo llegar el inaudito ánimo de don Quijote con la felicemente acabada aventura de los leones.

El título nos lo indica, esta vez don Quijote va a llegar al “estremo”, aunque ya nos anticipa que va a ser acabada “felizmente”. No nos preocupemos por la integridad de nuestro héroe.

Don Quijote apremia a Sancho, tiene que apresurarse, aventura “habemus”…Y el pobre escudero no sabe qué hacer con los tiernos requesones comprados y pagados a los pastores. A manera de “tupper”, qué horrible anglicismo, no se le ocurre mejor cosa que encajarlos en la celada de su señor.

El del Verde Gabán no ve la aventura por ninguna parte, sólo se divisa un carro con las banderas reales, tal vez acarrea moneda del Rey. Ojo, atacarlo es delito contra su Católica Majestad. Bien conoce el que escribe, recaudador de impuestos por vándalas tierras, tan regio transporte. El de Miranda se lo indica; pero el loco caballero, ni caso. Él a lo suyo que cualquier hora es buena para sufrir el ataque de los encantadores en nómina.

Toma la celada, se la encaja en la cabeza y algo pegajoso le chorrea por el rostro y la barba. Don Quijote se pregunta si es que se le están haciendo agua los sesos o es que está sudando. Se limpia con un lienzo y se quita la celada para ver el tipo de sustancia que le está enfriando la testa.

Y no se sale de la realidad para identificar la sustancia blanca como requesones .Por vida de su señora Dulcinea, que lo son. El “traidor, bergante y malmirado escudero” ya se lo tiene bien aprendido, los encantadores, fueron los malditos encantadores. ¡No lo dude! Ellos, los muy ladinos, colocaron esa “inmundicia” en la celada , con la malévola intención de provocar la quijotesca cólera, moledora de escuderiles costillas. Pero Sancho confía en “el buen discurso de su señor, hay que ver cómo le dora la píldora. Si él tuviera requesones , a quién se ele ocurre, los guardaría en su estómago y no en la celada. “Todo puede ser “es la calmada respuesta de don Quijote, siempre dispuesto a bregar con encantadores enemigos.

Y el del Verde Gabán mira y se admira. Y con la boca abierta debía estar cuando, tras limpiarse, el de la Triste Figura se encaja la celada, se ajusta los estribos, comprueba que la espada está en su sitio y ,agarrando la lanza, se declara dispuesto a luchar con el mismo Satanás si viene al caso.

En esto llega el carro de las banderas, con su solitario carretero.

(Continúa)
Un abrazo para todos de María Ángeles Merino

9 comentarios:

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

yo soy más de queos q¡curao..ese me da no se qué... algo como al león...puaj...(pensó leoncio y por eso no mordio al _Quijote)...besos y venga la tarea pronto...

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Entre tu imagen y la de Antonio Aguilera, me está entrando un hambre...

Merche Pallarés dijo...

A mi me pasa igual que a Pedro O.E... Besotes, M.

pancho dijo...

Don Quijote ya no ve banderas monárquicas ni republicanas, sólo aventura. No aguanta que le robe protagonismo un caballero tan ordenado.

A mí también me gusta el queso bien curao, de oveja, nada de mezclas. La procedencia ya no importa tanto.

En espera de tu tratamiento al asunto de los leones manchegos camino de la Corte.

Antonio Aguilera dijo...

Pues el queso de Burgos es famoso porque lo indican los "dietistas" para una dieta baja en grasas.

Muy parecido al que nuestro maestro quesero y colega de Espolón, nos absequió a Óscar y a mí. Luego llegué a casa y no había miel: ¡Pero María...!y la miel??.

Un capítulo largo éste, pero que se hace corto.

Te dije algo sobre el tema de los borricos de Rute.

Tomaremos un aguardiente (de Rute) mientras publicas el resto.

"tupper”, qué horrible anglicismo: cierto, palabra fea. No hay "ná" como el "andalú" de Dúrcal y Padul (Granada), no se les entiende nada jajaja

Silvia dijo...

Para queso bueno, bueno y rico, rico, el de Campo Real, ¿verdad abejita?, seguro que si Don Quijote o Sancho lo hubiesen probado les hubiese encantado, besos.

Silvia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Silvia dijo...

A mi el queso de burgos me encanta, como bien dice Antonio lo mandan los dietistas por su bajo contenido en grasa, lo malo es cuando lo tomamos con miel, mermelada, etc..., que hay si que le añadimos las kalorias que no tiene el queso, pero está riquisimo, ;-)

Abejita de la Vega dijo...

Manuel: muy bueno, Leoncio no quiso queso fresco y no mordió a don Quijote.Curado , mantecosos o fresco, el queso siempre es bueno, gran invento e la humanidad que pastoreaba.
Pedro: ñam, ñam, sí.
Merche: ñam, ñam, sí.
Pancho: Quijo no aguanta a ese meapilas, hoy será del Opus. Sobre el queso te digo lo mismo que a Manuel.
Antonio: con miel de abejita mejor y no os creáis que es tan poco graso, tiene su MG.
Silvia: ya sabes que soy una gran admiradora del queso de Campo Real, viví muchos años al lado de la quesera. El de Burgos fresco se puede comer con fruta, rico, rico.
Un abrazo quesero a todso y aún no hemos hablado del capítulo, ñam. ñam