domingo, 27 de septiembre de 2009

"La poesía, señor hidalgo, a mi parecer es como una doncella tierna y de poca edad y en todo estremo hermosa"


"La poesía, señor hidalgo, a mi parecer es como una doncella tierna y de poca edad y en todo estremo hermosa"

Tercera entrega del comentario al capitulo XVI, segunda parte del quijote.Publicado en http://laacequia.blogspot.com/

¡Qué mala suerte! En vez de estudiar leyes o Teología, el muchacho dedica su tiempo a hurgar los entresijos a los versos grecolatinos. No a los escritos en romance, esos ni tocarlos. Parece ser que el joven es tan pijo como su padre y no va a prestar atención a esos “romancistas” de ahora: Lope de Vega, Cervantes… ¡puag! No ha estado seis años rompiéndose la cabeza con las declinaciones para estudiar a poetas que escriben en lengua castellana ¡qué ocurrencia! Aunque ahora, el niño tiene “desvanecidos los pensamientos” en glosar unos versos, en lengua castellana, para un concurso literario; lo cual parece ser que irrita todavía más al amantísimo padre. Todo un modelo de progenitor que nos dejó helados con sus palabras: “tengo un hijo, que, a no tenerle, quizá me juzgara por más dichoso de lo que soy, y no porque él sea malo, sino porque no es tan bueno como yo quisiera”.

Don Quijote, cuando no habla de caballerías, es muy razonable y va a recordarle a don Diego lo que dicta el sentido común. A los hijos hay que quererlos sean buenos o sean malos. Los padres deben encaminarlos bien y no han de forzarles a dedicarse a una u otra ciencia, aunque pueden persuadirlos, lo cual no es malo. Y, cuando no hay que ganarse el pan, como en este caso, no hay inconveniente en que el afortunado estudiante siga la ciencia a la que se siente inclinado. Al escribir esto, posiblemente, Cervantes esté recordando los “tira y afloja” con su padre, aunque él sí tuvo que ganarse pronto el pan y no pudo seguir los estudios de Gramática que inició con López de Hoyos. Dedicarse sólo a estudiar y a escribir, qué suerte tiene el hijo del de Verde Gabán.

Y el autor pasa a hablarnos de poesía, de “la gracia que no quiso darle el cielo”. Y nos la define con una bella metáfora: “una doncella tierna y de poca edad y en todo estremo hermosa”. Esta bella doncellita ha de servirse de otras ciencias, pero es delicada y no debe ser “manoseada” por ahí, no ha de utilizarse en “torpes sátiras” ni “desalmados sonetos”. Puede habitar, eso sí, en poemas heroicos, tragedias o comedias; pero nunca ha de caer en manos del vulgo o de la gente ignorante. Y el que dé buen trato a esta tierna jovencita conseguirá ser famoso y estimado.

A continuación, Cervantes, defiende la poesía en romance, algo muy obvio ahora, pero que no lo era tanto entonces. El hijo de don Diego no anda muy acertado en su opinión, según don Quijote, que expone sus razones impecablemente. Todos los poetas antiguos escribieron en su lengua materna: “Homero no escribió en latín, porque era griego…” De esta manera, se valorará al poeta alemán que escribe en alemán, al castellano que escribe en castellano e incluso al vizcaíno, sí al vizcaíno…El joven poeta no debe ser enemigo de la poesía en romance sino de la mala poesía, de los “meros romancistas”. Aunque el poeta nace, será mejor si es auxiliado por el arte. La suma de arte y naturaleza será la clave para obtener un “perfetísimo poeta”. Como se trata de un buen estudiante y ha subido el primer escalón de las lenguas, llegará a la cumbre de las letras y ello puede ser un buen adorno para un caballero de capa y espada , que es lo que le gusta a papá don Diego. Así que “deje caminar a su hijo por donde su estrella le llama”. Eso sí, éste deberá reprender a su retoño si se dedica a perjudicar con sátiras las honras ajenas, podría acabar desterrado. Y deberá alabarle si compone sermones para fustigar los vicios en general, a la horaciana manera, sin señalar a nadie en particular. Y cuando los reyes ven “la milagrosa ciencia de la poesía en sujetos prudentes, virtuosos y graves, los honran, los estiman y los enriquecen, y aun los coronan con las hojas del árbol a quien no ofende el rayo”. Téngalo en cuenta el aspirante a poeta famoso.

Leemos la frase“La pluma es lengua del alma”. Con el alma escribió Cervantes que, sin embargo, no fue honrado, estimado y enriquecido por reyes y príncipes. No gastaron mucho laurel con él.

El del Verde Gabán se arrepiente de haber tomado a nuestro caballero por mentecato. Admirado queda de su buen discurso y discreción.

Iban a seguir con la plática, cuando don Quijote ve, a lo lejos, un carro con banderas reales y vocea a Sancho, para pedirle la celada, que aventura “habemus”. El escudero había ido a pedir leche a unos pastores. Oye a su señor y pica al rucio para llegar hasta donde está su amo. ¿Quiénes llegan? Lo sabremos en el próximo capítulo.

Un abrazo para todos


Pedro Ojeda dijo en http://laacequia.blogspot.com/

Finalmente, termina Abejita el comentario del capítulo con una excelente entrada que habla de su amor a la poesía al hilo de la defensa que hace don Quijote de este género literario.

Pedro Ojeda dijo en este blog:

Qué sensibilidad en el comentario de la defensa de la poesía que hace don Quijote. Cómo se ve que te ha llegado.

Me ha llegado y, por eso, he puesto como ilustración una foto de una criatura tierna, hermosa en extremo y de muy corta edad: mi sobrina nieta Aitana, de dieciocho meses.
Un abrazo muy poético.

Un lugar muy visitado es "La Acequia" en Internet. Don Quijote y Sancho Panza, se han metido sin querer.


Ele Bergón dijo...

Hola Abejita, antes de que termines tu comentario te va a escribir el Sanchico. Es que mañana la Ele se va unos días.

Pues resulta que este año tengo en clase un chico mayor que se llama Diego Miranda y dice que a su padre lo llaman "El del Verde Gabán".Al parecer le gusta vestir de este color. No me ha dicho a qué tribu pertenece.

Bueno, el caso es que parece ser que su padre se ha encontrado con el mío en su camino a Zaragoza. Él y el Alonso se han echado unas parrafadas.¡Con lo que le gusta charlar al delgaducho, no me extraña!. Mi padre esta vez parece que no ha dicho ni mu.

Por lo visto todos están bien (no sé por cuanto tiempo porque con estos nunca se sabe) y eso es lo importante que dice mi madre Teresa.

Pues veréis el chaval, el tal Diego Miranda, ha leído esto en clase de lengua:

Un lugar muy visitado
es "La Acequia" en Internet.
Don Quijote y Sancho Panza,
se han metido sin querer.

Entre ellos han hablado,
si prefieren no saber,
de estas cosas que circulan
en pantallas sin papel.

-Sigamos Sancho a lo nuestro.
Falta mucho por hacer,
dejémos a estos chiquillos
divertirse por la red.

No sé si éste tal Diego habrá nacido poeta o será un mero romancerista como dice el Alonso, que de esto parece entender mucho, como también entiende de otras cosas y ¡eso que está loco!

Un choque de manos

El Sanchico

Sigo sin Churri.


Pedro Ojeda dijo en http://laacequia.blogspot.com/

Abejita publica, gracias a Ele Bergón, texto del Sanchico, que parece que se queja un tanto de su padrino Tomé Cecial. El pobre chico acaba de comenzar las clases... Después, el Sanchico, nos cuenta, vía Ele Bergón, que sigue sin churri, que conoce al hijo de Don Diego y que éste, que ya sabéis que es poeta, dedica a esta lectura un rap que no podéis dejar de leer.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Si mucho miraba el de lo verde a don Quijote, mucho más miraba don Quijote al de lo verde.



http://cachodepan.blogspot.com/
El del Verde Gabán y su versión actual: el del Verde Loden.

Comentario al capítulo 16 del Quijote, segunda parte, publicado en http://laacequia.blogspot.com/

Hablando de encantamientos estaban, cuando les alcanza un jinete muy bien vestidito y conjuntado: gabán verde, aderezo de la yegua morado y verde, alfanje con tahalí verde y oro, borceguíes verdes y espuelas verdes. ¡Qué empacho de verde! La yegua es hermosa, las espuelas como el oro, todo es armonioso, brillante, impecable…un pijo del siglo XVII. Nos imaginamos, en contraste, el aspecto desastrado y sucio del caballero andante, su escudero, el caballejo y el rucio.

El caminante no tiene intención de detenerse; pero don Quijote lo invita, con gran cortesía, a ir juntos. El “señor galán” se disculpa, pasó de largo ante el temor de que su yegua alborotara al caballo. Sancho le responde que no se preocupe por el castísimo Rocinante que no se desmandará, se la pongan como se la pongan.

El del verde gabán se detiene y admira al amarillo y desaliñado pero arrogante caballero, con su flacucho rocín. El orgulloso caballero andante no se queda atrás en mirar al del gabán: cincuentón, un poquito canoso, alegre, grave…qué traje, qué apostura, un hombre física y moralmente intachable. A la legua se le nota la curiosidad y su interlocutor está encantado de satisfacerla. Don Quijote está en su mejor momento, sólo así se explica que diga eso de “no me maravillaría yo de que le hubiese maravillado”. Le dedica un resumen hiperbólico de sus muchas y cristianas hazañas como resucitador de la caballería andante, auxiliador de pobrecitas viudas, huerfanitos, etc. Y que sepa el de verde que su historia está ya impresa: “treinta mil volúmenes” que pronto serán “treinta mil veces de millares”. Qué más da unos millares, más o menos. Y que está ante don Quijote de la Mancha, así que no se maraville el gentilhombre de nada de lo que vea : esas armas abolladas, esa cara tan amarilla, ese cuerpo tan flaco…

El de lo verde tarda en dar una respuesta. Manifiesta que es ahora cuando está maravillado, puesto que no creía en la existencia de verdaderos caballeros andantes ni en “historias impresas de verdaderas caballerías”. Y no lo creyera si en don Quijote no lo hubiera visto con sus propios ojos. Y se alegra de que exista una historia verdadera para que se olviden “las innumerables de los fingidos caballeros andantes”.

¡Está tan feliz que no se irrita ante alguien que llama fingidos a sus admiradísimos caballeros! Responde, con calma, que si la duración de la jornada lo permite, espera darle a entender que “ha hecho mal” en creerlo así.

Don Quijote ha contado lo suyo, ahora le toca al de verde que se presenta como don Diego de Miranda, un hidalgo natural de un lugar cercano. En su casa, caballero y escudero están invitados, ese mismo día, a la primera comida caliente, después de muchos días de fiambre.

Su vida es la antítesis de la vida caballeresca. Es un hombre muy satisfecho consigo mismo y moderadísimo en todo. Rico, pero no exageradamente. Pasa la vida con su mujer, hijos y amigos. Caza sin halcón ni galgo, que eso cansa mucho. Pesca, suponemos que sin mojarse. Tiene setenta y dos libros, un poco de todo. Su biblioteca no cuenta con novelas de caballerías. Le gusta comer con amigos y convidarles generosamente. No es cotilla, oye misa, da limosnas, no se vanagloria, es devoto de la Virgen y confía en Dios.

Después de oír todo esto, no nos extraña que Sancho, el cual ha estado muy atento, se arrodille ante él y le llame santo, el primer santo a la jineta que ha visto. Don Diego le contesta que no es santo sino pecador, que el hermano Sancho sí es un santo, de puro simple. Don Quijote se ríe… ¡No aguanto más al santurrón! Ahora nos va a hablar de un hijo que le ha salido poeta. ¡Vaya por Dios!

(Continúa)




Pedro Ojeda dijo en http://laacequia.blogspot.com/:

Continúa con la segunda parte, bien ilustrada con gabanes y acertada en las razones de Sancho para admirar a don Diego..

Un abrazo, Pedro, y un deseo de no encontrar por ahí muchos santos como éste.

viernes, 25 de septiembre de 2009

"...no se acordaba... de la pedrada que le derribó la mitad de los dientes"



Sopa de arroyo: de mar y de río.Don Quijote no se acordaba ya de la cantidad de "sopa de arroyo" recibida.



Comentario al capítulo XVI,segunda parte del Quijote.Primera parte de tres.Publicado en http://laacequia.blogspot.com/

¡Qué alegre, contento y ufano se muestra nuestro hidalgo! Encantadores, palos, galeotes, estacas, pedradas…todo lo da por bien empleado. Sólo le falta la fórmula que desencante a la señora Dulcinea y, entonces, ay, entonces, su felicidad será perfecta.

A Sancho se le representa todavía la imagen nariguda de su vecino, ése que vive pared en medio de su misma casa, el compadre Tomé Cecial. Su señor le pregunta si, tal vez, cree que el de los Espejos era Sansón Carrasco y el criado era Tomé Cecial. Sancho duda; mas la cara, la voz, los detalles que conocía de su casa, mujer e hijos. ..

Don Quijote quiere llevarlo de la mano hacia lo que, aparentemente, se cae de su peso. ¿Por qué va a querer el bachiller pelear con él? Sancho sigue en sus trece. ¿Y por qué se parecen tanto? ¿No había otros a quién parecerse?

Lo de siempre, los malignos encantadores, ahora en plural. Los muy ladinos, como veían que don Quijote iba a vencer en la contienda, mudaron el rostro del caballero vencido por el del bachiller; así, al ver una cara amiga, se templaría la ira de su bravo corazón. Y quedaría vivo y de rositas el que quiso matar al de la Triste Figura. En fin, quedó vencedor, sea la figura que sea.

Y Sancho, ¿verdad Sancho?, que ya sabe cómo se las gastan los encantadores con sus encantamientos. Tuvo la enorme dicha de ver, con sus propios ojos, la entera hermosura de Dulcinea y, sin embargo, su amantísimo enamorado tuvo que contemplarla ¡y olerla! convertida en una fea aldeana con halitosis.

El escudero teme que don Quijote destape la olla de su gran embuste y sale al paso con una piadosa frase: “Dios sabe la verdad de todo”. Y calladito, que así está más guapo.

Hasta luego, que esto sigue.


María Ángeles Merino

Pedro Ojeda Escudero dijo en http://laacequia.blogspot.com/

Luego comenta la primera parte del capítulo con todo acierto: desde el miedo a la sopa de piedra hasta el silencio de Sancho.

jueves, 24 de septiembre de 2009

"Homero no escribió en latín, porque era griego..."






Un día, creo que en 1989 o 1990, recibí esta carta, encabezada por un fragmento de un capítulo del Quijote, el de esta semana. Trabajaba entonces en la provincia de Guipúzcoa , como maestra de un centro público. No sé por qué me la enviaron, era una misiva un tanto amenazadora en cuanto a mi futuro profesional allí, dada mi situación de maestra que no hablaba euskera. Está firmada por la Comisión de Cultura del P.N.V., pero no creo que ese fuera el verdadero remitente. La conservo desde entonces, como una curiosidad de mis años en el País Vasco. ¡Cervantes y la política lingüística del Gobierno Vasco!

La pongo aquí como preámbulo al comentario del capítulo 16, segunda parte del Quijote. El texto es el siguiente:

"Homero no escribió en latín, porque era griego, ni Virgilio no escribió en griego, porque era latino; en resolución, todos los poetas antiguos escribieron en la lengua que mamaron en la leche , y no fueron a buscar las estranjeras para declarar la alteza de sus conceptos; y siendo esto así, razón sería se estendiese esta costumbre por todas las naciones, y que no se desestimase el poeta alemán porque escribe en su lengua, ni el castellano, ni aun el vizcaíno que escribe en la suya."

Un abrazo y me pongo con el comentario.


Pedro Ojeda dijo en http://laacequia.blogspot.com/

Después, Abejita vincula el capítulo de esta semana a un recuerdo personal que os pido leáis con calma porque da miedo el fanatismo político -sea el que sea- aplicado a la enseñanza y al uso de las lenguas.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Torre Almenara en la playa del Saladillo (Estepona)





Las Torres Almenaras fueron construidas por todo el litoral para defender los asentamientos de las invasiones de musulmanes, de norteafricanos y de piratas turcos.
Por allí pasó la abejita de la Vega con su cámara .Veis que lo de "no hay moros en la costa" era algo más que una frase hecha.Fijaos en la ventana...

lunes, 21 de septiembre de 2009

...se echan unas risas mientras comen queso y beben vino de La Mancha, por supuesto.




En su fugaz viaje hacia Vandalia, la abejita de la Vega pisó, muy brevemente,la Mancha.En Madridejos (Toledo) salió a recibirla su amigo don Quijote, a pesar de la intensa lluvia. En "Santa Ana" había cantidad de ese queso y ese vino del que nos habla Sanchico...
La imagen quijotesca pasa a la colección de Pedro Ojeda.
Ele Bergón dijo :

¡El que faltaba! y ahora aparece el Tomé Cecial. ESo de que sea mi padrino está por ver porque nunca me ha regalado nada de nada. Ahora, bromista, sí, sí que lo es. Ja, ja, se pone narizotas, muy típico en él. Está tan acostrumbrado a que el tomen el pelo por eso de ¿qué tomas Tomé? que ya todo se lo toma a chunga. Me rio mucho con él cuando pasa a vernos. Se pone a hablar con mi padre y se echan unas risas mientras comen queso y beben vino de La Mancha, por supuesto. Hablan de sus "amos" y les sacan todos los defecto. ( Por cierto, no sabía que cecial, significa bacalao, desde ahora lo voy a llamar El Bacalao. Es tan buenazo como mi padre por eso se ha dejado liar por el tontaina del Sansón. Me alegra que haya acabado por los suelos, eso por listillo. Toma ya.

Paso por el blog de Kety y dice que ella es !Dulcinea! Vale. y ahora tú Abejita, escribes como si fueses mi padrino. Pero bueno, ¡esto que es! Tened cuidado porque nos vamos a volver todos y todas majaras y cuando se dice, yo controlo, yo controlo...pues vas camino de no hacerlo.Si lo sabré yo.

Colegui Pancho, te debo unas palabritas, las estoy pensado porque como eres de "las voces del extremo" y "cuentas cuentos que no son cuentos" pues ...no sé. Ya me paso por tu blog y me pongo un enlace en el mío.

En el insti todavía estoy aterrizando. Ya os contaré.

Choque de manos a todas y a todos.

El Sanchico


Pedro Ojeda Escudero dijo en http://laacequia.blogspot.com/

Abejita se marchó a Vandalia pero no dejó de pasar por La Mancha, así que allí comió, bebió y charló. Nos regala un reportaje del viaje con fotografías bien al caso.De paso, publica, gracias a Ele Bergón, texto del Sanchico, que parece que se queja un tanto de su padrino Tomé Cecial. El pobre chico acaba de comenzar las clases...

viernes, 18 de septiembre de 2009

¿Qué tomaste? Tomé cecial. Tomé Cecial, un efímero escudero.




1. (Del lat. * siccialis, de siccus, seco.) m. Merluza u otro pescado parecido a ella, seco y curado al aire. Ú. t. c. adj. Pescado CECIAL .

Comentario al final del capítulo 2.14 y del 2.15 del Quijote, publicado en "La acequia", en la entrada titulada "Cuál es más loco" , correspondiente al día 17 de septiembre de 2009.



Habla Tomé Cecial.

Andaba yo en el limbo de los personajes secundarios del Quijote cuando vino alguien, tal vez un lector nuevo, pidiéndome que me presentara y así lo hice.

Mi nombre es Tomé Cecial y vivo en la misma aldea que don Alonso y Sancho Panza. De este último soy compadre, por haber apadrinado, en la pila bautismal, a su Sanchico. La desafortunada combinación de mi nombre con el apellido siempre ha sido motivo de burla por parte de mis vecinos: ¿Qué tomaste? Tomé cecial. El pescado cecial, o pescado seco, bacalao o merluza, ha sido siempre mi cruz.

Voy a contarles mi corta aventura, no quise fuera más larga, junto al joven bachiller Sansón, el hijo de mi tocayo Tomé Carrasco. Cierto día estaba yo destripando terrones cuando viene a mí este muchacho, siempre con ganas de reírse del prójimo y me cuenta que necesita ¡un escudero! ¡Demasiados novelones ha leído este chico! Mejor haría ocupándose de las fincas paternas, harto abandonadas. Yo le seguí la broma y me ofrecí para tan anticuado oficio. Me cogió la palabra y, al día siguiente, estaba ya de camino, en su armada compañía y en la de unas repletas alforjas: queso, fiambres, empanada de conejo albar y...buen vinillo para la bota. Los duelos con pan son menos, me dije. Y me viene bien estar unos días sin agarrar la hoz...

Al principio no me tomé muy en serio lo que decía el Sansoncico de seguir a don Alonso Quijano y a mi vecino Sancho Panza. Más tarde, me explicó que nuestro vecino había contraído la locura de ser caballero andante, como los de antaño. Y que, para forzarle a regresar a su casa, era preciso derrotarle a la manera caballeresca. Y que en ello, andaban metidos nuestro cura y maese Nicolás, el barbero. Para no ser reconocido, debía llevar unas narizotas de pasta y barniz. Más que nariz parecía una berenjena.

Ocurrió que el socarrón vino por lana y volvió trasquilado. Mi amo y el viejo hidalgo se enfrentaron armados, a caballo, en singular batalla. Y tan singular que el viejo venció al joven, aprovechando la falta de resuello del caballejo y su impericia con la lanza. Lo tiró al suelo por las ancas del caballo y, como no se movía, llegué a pensar que había muerto.

Don Alonso se apeó del rocín y fue sobre el vencido. Al descubrirle el rostro, quedó admirado, maravillado y espantado de ver al Sansoncico. Voceando, decía a mi compadre que acudiera y no sé qué de los encantadores. Sancho fue y ¡propuso a su señor que le metiera la espada por la boca! ¡Eso no! Llegué yo, sin las enormes narices de máscara, para impedir que lo matara. Y mi vecino Panza me conoció… y le pedí suplicara a su amo que perdonara la vida al mío.

. Don Alonso le puso la punta de su espada encima del rostro y le forzó a confesar que no sé qué dama de sus delirios era más hermosa que esa Casildea de Vandalia de su invención. También debía acudir mi joven amo al Toboso y presentarse ante dicha dama, Dulcinea se llamaba , no entendí para qué. Y, después, habría de volver a buscar al viejo hidalgo, a decirle “lo que con ella hubiéredes pasado”. Yo me sonreí, al oír eso...

Y, con toda su socarronería, el Sansoncico confiesa que vale más un zapato viejo de Dulcinea que las barbas de Casildea. ¡Uno de los solteros más solicitados de la aldea y elige a la mujer barbuda que de lejos se la saluda! Y promete ir y contarlo todo a la vuelta. Lo que sea, pero su merced aparte esa espada...

No acabaron ahí los juramentos. Don Alonso deseaba también que confesara que cierto caballero al que venció Carrasco no fue ni pudo ser Don Quijote de la Mancha. ¿Un doble de don Alonso por ahí? Hasta entonces, yo sabía que se llamaba Quijana pero ignoraba lo de “don” y lo de Quijote. Al pobre Quijano debía tener seco el celebro. Y mi señor, maltrecho, en el suelo, y con todos sus espejos lunáticos, medio rotos, a cuestas. Jura, confiesa…lo que le mande su merced.

Lo levantamos y Sancho no podía creer que yo fuera el Tomé Cecial de su pueblo. ¡Cómo me miraba! ¡Qué ojos de búho! Caballero y escudero vuelven a su camino, creo que para Zaragoza. Nosotros nos apartamos de tan singular pareja. Contento, ufano, vanaglorioso va don Quijote por la victoria mientras mi Sansoncico, sólo tiene puesto su pensamiento en buscar un algebrista que bizmara y entablara sus magulladas costillas.

Mi señor don Sansón ya había aclarado mis dudas. Si aconsejó a don Quijote que prosiguiera sus pasadas aventuras caballerescas fue por haber tramado, con el cura y el barbero, cuál sería la mejor manera de obligarlo a permanecer quietecito en casa, sin locas tentaciones aventureras. Decidieron por mayoría, ante la imposibilidad de detenerle, permitirle salir y que el bachiller le saliera al camino y entablara batalla, qué no faltaría motivo y, por supuesto, lo venciera. Previamente, ambos contendientes pactarían que el vencido quedase sujeto al antojo del vencedor. El vencedor sería Sansón y lo mandaría a su casa por dos años, por lo menos. No les cabía en la cabeza que don Quijote saliese victorioso.

Ya os he contado cómo me ofrecí. Salimos del pueblo y seguimos el mismo itinerario quijotesco. Vimos de lejos como se encontraban con un carro de comediantes. Les alcanzamos en aquel bosque donde los criados tuvimos un encuentro pacífico y los señores trabaron batalla...Para que luego digan...

Cuando nos quedamos solos, le preguntaba al bachiller, a la vista de los hechos, con el debido respeto, a ver quién era más loco, si “el que lo es por no poder menos o el que lo es por su voluntad”. Él me contestó que el uno lo será siempre y el otro abandonará la locura cuando desee. Hasta aquí quería llegar, para mostrarle mi decisión de abandonar la aventura y volver a mi casa. No le pareció mal mi decisión, pero me reveló que él no volvería a la suya hasta haber molido a palos al que le molió las costillas. Mi Sansonico ya no está empeñado en que el hidalgo recobre el juicio sino que, ahora, le mueve la venganza. No parará hasta vengar el dolor de sus lomos.

Por fin, llegamos a un pueblo donde hallamos un algebrista que mitigó ese dolor. Yo tomé el camino que me llevaba con los míos y la historia, esa que anda escrita por ahí, promete volver a hablar de mí.

Un abrazo para todos


María Ángeles Merino

Pedro Ojeda Escudero dice en http://laacequia.blogspot.com/
Abejita da voz a Tomé Cecial, que aclara cosas sustanciosas, hasta de su apellido, con ilustración y todo.

También dice en este blog:

¡Nueva voz para La Arañita Campeña! Esto se llena de personajes quijotescos con historia propia, me alegro.

Alegría quijotesca, Pedro.Más abrazos.

lunes, 14 de septiembre de 2009

A veces con mis amigos hacemos el botellón y luego se bebe, no se controla y se sale mal



Ele Bergón dijo...

Hola mis queridos troncos y troncas y ya coleguis.
¡Qué rollo volver otra vez al insti! Con lo bien que se está sin dar golpe.

Ya sabéis que mi padre sigue por ahí con el Alonso, la furgo y otros que se van encontrando. ¡Qué perra tienen algunos con pelear! Menos mal que mi padre es más listo que todos ellos y dice que "verde las han segao". Si el Alonso se empecina en decir que su Dulcinea es la más guapa de todas ( ya sebéis que yo creo que no existe) pues allá él y con su pan se lo coma, pero mi padre, ¿qué pinta en todo eso? Por eso no ha entrado al trapo del hombre ese que parece ha salido de un bosque ¿será un guarda forestal algo agresivo? En esta ocasión mi papi se ha portado como un hombre.

A mi me pasa lo mismo, las peleas no me gustan y más las que son por presumir y por la tontería . A veces con mis amigos hacemos el botellón y luego se bebe, no se controla y se sale mal. Mi madre Teresa ya me ha advertido
que cuando empiecen los palos yo haga mutis por el forro. Así lo hago y de momento parece que no me va mal.

Abejita, te ha quedado muy bien eso de "el boscoso consigue esperanzas muertas y dedenes vivos" y es que el amor muchas veces es una tortura. Ya lo he sufrido con mis Churris. Este año también me enamoraré porque en el fondo lo paso bien.

Cuando me despedí de un señor que vive en el pueblo de mi madre y tiene 90 años me dijo:

- Sanchico que tengan buen viaje y que el camino tenga complicaciones
¿Se referirá a eso del amor? Pues ahí están El Alonso mi padre y otros con el viaje y los caminos llenos de complicaciones. En fin a los mayores no hay quien os entienda. ¡Menos mal que no voy a crecer!

Hasta otra.

El Sanchico.


Pedro Ojeda dijo en http://laacequia.blogspot.com/

El Sanchico vuelve de vacaciones con ganas y tiene amables palabras para todos. Este chaval es bien majo. Nos lo cuenta Ele Bergón vía Abejita. Después, el chaval comenta el capítulo y dice que él, como su padre, tampoco quiere líos... ni cuando se va de botellón.

La abejita de la Vega, también llamada María Ángeles Merino,te manda un beso.

Fiestas de Campo Real 2009






Como la arañita que da nombre al blog es campeña, de Campo Real (Madrid), dedico esta entrada a las fiestas que están celebrando, en este momento.
Un abrazo campeño y gracias a la campeñita Silvia Camacho por enviarme estas fotos del cartel taurino (aunque yo sea antitaurina), el programa de fiestas y lo más importante: la publicidad, en el mismo programa , de su Aula de Adultos, por donde revoloteó esta abejita. Allí trabaja mi antigua compi ,la que firma "La arañita campeña". Se llama Esther y es una excelente profesora.
Un abrazo a todos los campeños y cuidado con los toros.

jueves, 10 de septiembre de 2009

...la fresca aurora...descubriendo la hermosura de su rostro, sacudiendo de sus cabellos un número infinito de líquidas perlas...



"En esto , ya comenzaban a gorjear en los árboles mil suertes de pintados pajarillos, y en sus diversos y alegres cantos parecía que daban la norabuena y saludaban a la fresca aurora, que ya por las puertas y balcones del Oriente iba descubriendo la hermosura de su rostro, sacudiendo de sus cabellos un número infinito de líquidas perlas..."


Comentario al capítulo 2.14 del Quijote, publicado en "La acequia", en la entrada titulada "Un conflicto de identidades entre parodia y burla", correspondiente al día 10 de septiembre de 2009.

"...la fresca aurora...descubriendo la hermosura de su rostro, sacudiendo de sus cabellos un número infinito de líquidas perlas..."

En el capítulo anterior dialogaban los mozos, en éste razonan los caballeros. Cervantes rompe con la normativa clasista para ajustarse a su esquema: diálogo-acción. Comienza el del Bosque con sus cuitas amorosas. Ay, su Casildea de Vandalia ¡qué hercúleos trabajos le ordena! Someter a la broncínea giganta Giralda para que no soplen sino vientos norte, practicar halterofilia con los pétreos toros de Guisando y zambullirse en la egabrense sima, desvelando sus infernales secretos. Ni por esas se ablanda el corazón helado de Casildea. El boscoso sólo consigue esperanzas muertas y desdenes vivos. Y veamos la última ocurrencia de la caprichosa vándala: que su valiente y enamorado caballero recorra toda España, en busca de otros andantes, para extraerles una trascendental confesión: Casildea es la más hermosa entre todas las mujeres vivas. Afirma haber rendido a muchos que no han osado contradecirle y se muestra orgulloso de haber vencido al supremo vencedor: el tal don Quijote. ¡Y le ha forzado a confesar que Casildea es más bella que Dulcinea! ¡La gloria, la fama y la honra transferidas al forestal caballero!

Pero… ¿qué herejías dice este mentecato? ¿Don Quijote vencido? ¿Don Quijote reconociendo que hay una mujer más bella que Dulcinea? Nuestro caballero es una bomba a punto de explotar. A punto está de gritar el” mentís”, pero se contiene cortésmente. Otros caballeros, tal vez, hayan realizado tan extravagante confesión. El de la Mancha, jamás. Alguien parecido, podría ser…

El del Bosque replica, como un nuevo César, que peleó, venció y rindió a un hombre alto, seco, avellanado, con grandes y lacios bigotes…su escudero Sancho, su rocín Rocinante y su enamorada Dulcinea. Todo coincide y su espada” hará dar crédito a la mesma incredulidad “.

El de la Triste Figura, sosegado, reconoce que las señas son “puntuales y ciertas” y da la explicación en línea con su locura. Un enemigo encantador habrá tomado la figura de ése don Quijote, su mayor amigo, dejándose vencer por privarle de la fama. Y hay uno muy especial, el “que de ordinario le persigue”. ¿Avellaneda? No sabemos si, al escribir estas líneas, Cervantes poseía noticias del Quijote apócrifo.

Al recordar la conversión de Dulcinea en una “aldeana soez”, se acaba la contención del caballero. No se le aparta de la mente la imagen saltarina y pollinesca de aquella labradora. No aguanta más, se presenta como don Quijote y le desafía con la fórmula habitual. El del Bosque, sosegadamente, acepta el reto. Si pudo vencer al doble, podrá derrotar al auténtico. Mas pone dos condiciones que su rival acepta: no han de combatir a oscuras, eso es de rufianes, y el vencido quedará a disposición del vencedor.

El forestal y el manchego van en busca de sus criados que duermen juntitos, en amor y compañía, bajo los efectos del tintorro y la lepórida empanada. Los señoritos espabilan a los roncadores y les mandan a buscar a los cuadrúpedos. Se anuncia una batalla “sangrienta, singular y desigual” y el buen escudero teme por su loco amo.

El criado del forestal hace saber a Sancho que si los amos pelean, los criados han de pelear también. Y Sancho, que todavía luce en su cuerpo las señales de los pasados golpes, muestra un ejemplar pacifismo. Eso para los rufianes, no para escuderos. Su amo se sabe al dedillo todas las ordenanzas y nunca le ha oído decir tal disparate. Y si fuera verdad, no la cumplirá, antes pagará la pena por desobediencia; que le saldrá más barato que las hilas precisas para curar una cabeza partida, cual sandía. Y, además, como no tiene espada…

No hace falta espada, su oponente propone una riña a talegazos. Y las talegas con relleno de guijarros. ¡Con lo que duele eso! ¡Ni con relleno de capullos de seda! Bebamos y vivamos mientras los señoritos se lastiman. Ya caeremos del árbol de la vida, como fruta madura.

El del Bosque insiste, venga, por lo menos media horita… Pero Sancho, con muy buen juicio, se niega a pelearse con quien ha comido y bebido. Y, además, sin cólera y sin enojo ¿cómo reñir? ¿reñir a secas? Para que no sea a secas, el colega propone adelantarse con tres o cuatro bofetadas para la dormilona cólera. ¡Bueno es Sancho para dejarse sobar el rostro! En ese caso, replica, contestaría con unos garrotazos que le hagan dormir y no despertar, a no ser en presencia de San Pedro. La violencia de Sancho no pasa de ser verbal, propone que dejen dormir la cólera, que así lo quiere Dios y concluye con una fórmula de aplazamiento usada por escribanos: “que corra por su cuenta todo el mal y daño que de nuestra pendencia resultare”.

“Amanecerá Dios y medraremos” replica el criado boscoso y, en efecto, amanece. Un amanecer muy literario, tal vez parodia de otros textos, quizás tópico, pero me gusta. Gorjeo de pajarillos, aurora, balcón de Oriente, líquidas perlas de rocío, yerbas cuajadas de aljófar, sauces con maná, fuentes reidoras, arroyos murmuradores…se hace la luz y, entre tanta belleza, asoma la narizota del otro escudero: enorme, curva, con verrugas, amoratada. Contraste barroco…Sancho se ríe convulsamente y piensa que a ver quién se atreve con semejante “vestiglo”.

El rival de don Quijote oculta el rostro tras la celada, es membrudo mas no muy alto y, sobre sus armas, lleva una tela con muchos espejuelos en forma de luna. No olvida las plumas verdes, amarillas y blancas. Vistoso, sí señor. Muestra ser de grandes fuerzas, la lanza es enorme y muy gruesa; pero nada de eso intimida a nuestro valiente caballero.

El del Bosque se niega a alzarse la visera y pone un pretexto tonto. Don Quijote le pide que, mientras suben al caballo, manifieste si está ante el mismo don Quijote que fue vencido. Su rival contesta afirmativamente, se le parece como un huevo a otro.

Ambos contendientes toman la distancia necesaria para embestir. Sancho se va detrás de su amo porque no quiere quedarse con el narigudo. Le pide que le ayude a subirse a un alcornoque para ver mejor el encuentro, a lo cual accede que, en lo del miedo al narizotas , no le falta razón a Sancho.

El de los Espejos va al encuentro de su enemigo, en un mediano trote, más no sabe; pero viéndole ocupado en aupar a Sancho, se detiene en mitad de la carrera. El caballo agradece este descanso. Uf , el pobre caballejo ya no podía más. El de la Mancha imagina que su enemigo viene volando y, arrimando las espuelas al pobre rocín , le hace correr por primera vez en su vida. Con furia llega donde el de las lunas no consigue que su caballo se mueva un dedo, a pesar de aguijarle a fondo. Don Quijote aprovecha que el de las plumas no acierta a poner la lana en ristre. Le derriba, haciéndole caer por las ancas. No mueve pies ni manos ¿estará muerto?


Un abrazo

María Ángeles Merino saluda a Pedro Ojeda, Merche Pallarés, Antonio Aguilera,Myr, Manuel Tuccitano,Pancho,Kety, Jan Puerta, Cornelius, Alatriste, Silvia Camacho, Ele Bergón...y a todos que pasan por aquí.Mosca y arañita, a ver si os veo por aquí.Besos a todos.

Pedro Ojeda dijo en http://laacequia.blogspot.com/

Abejita comienza el comentario del capítulo de esta semana fijándose en la idílica descripción del amanecer que sirve a Cervantes como juego para contrastrar con la fealdad del narigudo y lo acompaña con una foto del alba desde su casa. ¡Qué envidia de amanecer!
Gracias Pedro y vamos a por el mini capítulo.

martes, 8 de septiembre de 2009

Supongo que ya sabéis que soy un personaje que no crece...


¿Otra vez carpintería. Sanchico?¿PCPI?
Ele Bergón dijo:

Hola coleguis, porque después de todo este tiempo entre vosotros ya os considero así.
Estoy aquí de nuevo. Supongo que ya sabéis que soy un personaje que no crece, así que este año vuelvo otra vez al Insti , el mismo curso del PCPI y con los carpinteros, tendré otros compis porque los del curso pasado ya se han ido , pero lo que más me interesa son las peluqueras, ya sabéis, por si encuentro alguna churri que me interesa en especial, tanto la Vanessa como la que fue mi novia, pues... . están ya olvidadas y las del verano poco a poco se van despistando.
Como es el primer día que escribo después de las vacas, quiero mandaros un saludo especial
Superprofesor Pedro, aquí estoy intentando seguir tus sesudos comentarios, aunque son mucho para mi, pero "todo se andará" que diría mi padre Sancho Panza y como él sigue los refranes al pie de la letra, pues por ahí anda con el Alonso, la furgo y creo que ahora se está haciendo nuevos amigos de otros que también están chiflaos. No es por faltar superprofesor, pero creo que a ti también te ha dado fuerte. ¡No descansas de estas aventuras ni en vacaciones! y eso que las necesitabas. Espero que hayas descansado, porque tu trabajo debe ser duro o ¿no? ¡Buif! Enseñara a los que saben ya bastante o por lo menos lo aparentan. Seguiré leyéndote aunque mi trabajo me cuesta.
Merche, creo que vives en una isla. ¡Qué bien! Me gustaría vivir a mi también. Siempre cerca del mar. Claro que a mi padre le van a dar una, él lo llama ínsula, pero creo que se equivoca porque a veces habla un poco antiguo. ¿Por qué te crees que nos ha dejado a mi madre, y a hermana, que bien se acuerda de ella, princesa la quiere hacer y ¿yo? pues nada ¿ Por qué pinto tan poco para él? En fin, menos mal que tengo a mi madre Teresa, la quiero más… aunque siempre me está dando la brasa y es una pesada, pero es mi madre.
Tú tampoco descansas de estas locuras y me da la impresión que eres algo hippy. Mi madre tiene una amiga que cuenta cosas de Ibiza y suena muy bien eso de no tener a nadie que te mande.
Silvia mi coleguita, eres la que mejor me comprende porque te siento la más cercana y además un día te vi y estuvimos hablando en el Convento de los viernes. Nos caímos bien. Creo que has estado algo pachuchilla, como la arañita,. Ella es la que me da noticias tuyas y además eres casi mi vecina. Espero te recuperes.
Supongo que conocerás las "tajarrinas" y que Campo Real estará lleno de ellas. En el pueblo de mi madre las llaman "fideos" y me ha contado que con ellas jugaban a las "cocinitas" ¡Qué antiguos son mis viejos!
Kety, la Dulcinera del Toboso, la novia que dice que tiene el ilu del Alonso. Yo sé que tú eres real porque te he visto y te conozco y y sabes que tenemos pendiente el volvernos a ver para hablar de nuestras cosas, como hace mi padre con ese tal escudero que se ha encontrado.
Por supuesto que esa casa que pone la Abejita no es la nuestra que no, que es de otra forma y construcción. ¡Tú sí que sabes de lo que hablas y cómo conoces tu tierra! Estos profes también se equivocan.
Tuccinato a ti te conozco menos, pero también de vez en cuando me dices algo. ¿Qué pasa, eres comilón como mi padre? Yo he salido un poco a él, pero de momento no estoy gordo. Buena empanada, mientras sea de pan no está mal, lo malo es cuando, lo digo por mí, yo la tengo mental sobre todo con mis churris. El Alonso y últimamente mi padre, que todo se pega, cogen cada una...que no hay quien les aguante. Creo que te gusta mucho esto de las nuevas tecnologías, ya me enseñaras porque yo...hay veces que me lío bastante pero lo de la play lo domino, no te vayas a pensar.
Cornelivs, el del Manifiesto, estuvo bien eso. Se lo comenté a mis coleguis pero no me hicieron mucho caso. En fin, estaban en otra cosa. Así que eres abogado. ¡Buf! Esos sí que debe de ser difícil y lo que habrá que estudiar para luego defender a todos y todas. Y si son culpables… ¿Cómo se les defiende?
¿Has visto cómo defiende mi padre Sancho al loco del Alonso? y es que en el fondo le quiere, porque aunque no se acuerda mucho de mí, es un buenazo .
No te enfades Antonio Aguilera por lo que te voy a decir, pero eres el más cachondo y divertido de todos y además vives y supongo que eres de Córdoba. Me hace gracia un pueblo también de Córdoba que se llama Cabra. Hasta allí tenía que haber ido el Alonso, porque supongo que estarán un poco "cabras". Tengo buenos amigos en Montalbán. ! Qué bonitos son los pueblos de Córdoba tan grandes y tan blancos!
Por supuesto mi cariño muy especial para la mosca y la arañita, ya saben cuánto les quiero y cómo me voy a olvidar de esta Abejita laboriosa que me publica todo esto que escribo y que luego paso el corrector ( ya no tengo a la Churry para que lo haga, pero me buscaré a otra este curso). Gracias María Ángeles por tu trabajo puntual y laborioso ¿Sabes que las abejas están en peligro de extinción? Me han contado que hay un virus que está acabado con ellas porque se pierden y luego no saben volver a la colmena. Espero que mi padre y el Alonso vuelvan porque toda la familia, de uno y de otro, le estamos esperando.
¡Uf! Cuánto he escrito.
Muchos besos y choque de manos para todos vosotros creo que me he dejado alguno como Pancho, pero ya os escribiré, que ahora estoy tan cansado como si hubiera jugado un largo partido de fútbol con muchas prórrogas.
El Sanchico

sábado, 5 de septiembre de 2009

Aquellos cien ducados, el cariño de Sancho y una empanada bien regada.




Tercera parte del comentario al capítulo 2.13 del Quijote, titulada “Coloquio entre escuderos”, correspondiente al día 3 de septiembre de 2009. 

Ahora reconoce que aquella bolsa de cien ducados, la de Sierra Morena, es el cebo. Desde entonces, el diablo alienta su ambición y ahora sueña con un talego lleno de doblones que lleva a su casa y ¡a vivir de las rentas! Es lo que hace llevaderos los trabajos, con un amo más loco que caballero. ¡Lo soltaste! Su colega manifiesta que más loco es el suyo, loco para que otro recupere el juicio. Y enamorado de una tal Casildea de Vandalia, la “más cruda y la más asada señora”, según las socarronas palabras escuderiles. Esta socarronería ¿a qué o quién os suena?

Sancho confía en consolarse con este colega que sirve “a un amo tan tonto” como el suyo. ¿Está llamando tonto a don Quijote? Pero, cuando el del Bosque califica de bellaco a su amo, el cariño sale a borbotones. Bellaco, ni hablar, incapaz de hacer mal, más sencillo que un niño…Y confiesa que le quiere y que, aunque haga disparates, no podrá dejarle. Mas el compañero le anima a retirarse porque es peligroso que el ciego guíe al ciego.

El “bosqueril escudero” nota que Sancho escupe a menudo y que la saliva sale espesita, mejor no nos imaginamos su color. Caritativo, ofrece unos buenos despegadores de lengua: una gran bota de vino y una hermosa empanada de un enorme conejo albar. Sancho está sorprendido. ¡Así cualquiera va a deshacer tuertos! ¡Con el repuesto de un general! Queso pétreo, un puñado de algarrobas y algunas nueces suelen contener sus alforjas… no siempre. En muchas ocasiones, se echa mano a tagarninas y piruétanos que la Madre Naturaleza ofrece. Es la dieta del caballero andante: “frutas secas” y “yerbas del campo”. 



¿TagarninaS?

Sancho, a comer se ha dicho, que cuando te dan la vaquilla, corre ?on la soguilla. Pega grandes bocados y traga a oscuras. Empina la bota, con vocación de astrólogo, mirando a las estrellas durante un cuarto de hora. Y él, que se había ofendido por las expresiones puteriles, exclama, alabando el vino: “¡Oh hideputa bellaco, y cómo es católico!”. Está demostrado, lo de hijo puta puede ser una alabanza y Sancho ha de reconocerlo así. 


Una empanada bien regada

Además, demuestra ser un buen catador de vinos, adivinando que lo de la bota es viejo y de Ciudad Real. No en balde, y según cuenta, de su familia paterna fueron dos excelentes catavinos o “mojones”, los mejores que vio la Mancha en muchos años. Cervantes, en cuya cabeza bullen miles de historias, convierte a éstos en protagonistas de un pequeño cuento que cierra el capítulo. Uno afirmaba que el vino sabía a hierro y otro aseguraba que su sabor era el del cordobán. Al final, se vacía la cuba y tenían razón los dos: había en el fondo una llave con una correa de cordobán. 

El del Bosque insiste en que ambos deben dejar las aventuras. Sancho fija un plazo, servirá a su amo hasta que llegue a Zaragoza. Hablan y beben tanto que el sueño les ata las lenguas. Se quedan como troncos, con trozos de la empanada a medio mascar. Queda pendiente lo de los caballeros…

Un abrazo para los que pasáis por aquí de:

María Ángeles Merino


Pedro Ojeda dice en http://laacequia.blogspot.com/ 


Abejita comenta el capítulo a partir de la insistencia de vuelta a casa e ilustra su entrada con algunas que bien podían ser la de Sancho, abandonadas ahora. La segunda parte de su comentario se centra en los sueños de Sancho para su familia, en especial para su hija -a la que ilustra Abejita a la moda-. La tercera parte se centra en cómo ve Sancho a su amo, los cien ducados y cómo dan cuenta de comida y bebida los escuderos. 


Gracias por tus comentarios y por ser nuestro superprofe, como diría nuestro moderno Sanchico. A ver ahora qué hacen los caballeros ¿se comerán otra empanada? ¿harán penitencia con un panaché de tagarninas?
Abrazos mil.

"...una muchacha a quien crío para condesa, si Dios fuere servido..."



Lo he dividido en tres partes. Ésta la titulo: 


"...una muchacha a quien crío para condesa, si Dios fuere servido..."

A continuación, llega el momento de tocarle en su corazoncillo de padre y el del Bosque da en el blanco. Si éste tiene tres perlas, Sancho tiene dos, “especialmente una muchacha “a quien cría “para condesa”.

Su hijo varón no parece inspirarle ninguna ilusión de futuro, en unos tiempos en que las ilusiones se ponían en los hijos varones, a las hembras se las casaba, nada más. Fue Teresa Panza, en el capítulo V de esta segunda parte, la que nos habló del futuro de su hijo: “Advertid que Sanchico tiene ya quince años cabales, y es razón que vaya a la escuela, si es que su tío el abad le ha de dejar hecho de la Iglesia”. Nada más, apenas dos líneas.

Cervantes vivió rodeado de mujeres: esposa, hermana, hija natural y sobrina; sin hijos varones. Tal vez por eso, no se siente inspirado con el vástago del escudero.

La futura condesa tiene quince años, más o menos. Es alta, fresca y fuerte. Su padre la pinta tan bien que el escudero colega exclama: “¡Oh hideputa, puta, y qué rejo debe de tener la bellaca! “. Sancho se irrita, no recuerda que, en su día, él dedicó unas palabras semejantes a la también forzuda Aldonza-Dulcinea. Sobre todo no aguanta lo de “puta”, ni ella es puta, ni su madre…El del Bosque le explica que la expresión se usa para decir que algo está muy bien hecho, aunque parezca lo contrario.

De todas maneras, no gustan a Sancho tantas “puterías”. Y hablando de sus hijos se pone “malencónico” y saca fuera sus verdaderos sentimientos. En realidad, desea salir de este peligroso oficio y ver a sus hijos.

Un abrazo de:


María Ángeles Merino

jueves, 3 de septiembre de 2009

"Harto mejor sería que los que profesamos esta maldita servidumbre nos retirásemos a nuestras casas"





Casas deshabitadas en Palacios de Benaver (Burgos)

¿Serían así las casas de Sancho y su colega, el del caballero del Bosque?

Comentario al capítulo XIII del Quijote , segunda parte.Publicado en http://laacequia.blogspot.com/

Lo divido en tres partes. Esta primera la titulo "Harto mejor sería que los que profesamos esta maldita servidumbre nos retirásemos a nuestras casas"

Caballeros y escuderos están divididos: los unos hablan de amores, los otros cuentan sus vidas. ¿Vidas sin amor? ¿Amores sin vida?

Aunque la clasista normativa establece que, en el género narrativo, “razonen” primero los amos, aquí lo hacen los criados. Cervantes se salta la norma para seguir su esquema: a continuación del diálogo de los “mozos”, los caballeros dialogan e inmediatamente pasan a la acción, sin interrupciones. Como escritor se disculpa, él sólo transcribe, ay Cide Hamete. Dejo constancia de que me sé la norma, parece que nos está diciendo. Y también me la salto cuando conviene, añadiría.

El del Bosque quiere que el de don Quijote reflexione acerca de su “trabajosa vida” de escudero, comiendo el pan aliñado “en el sudor” de sus rostros. A Sancho no le debe molestar mucho el sudor, antes se acuerda del “yelo” y nos sorprende la primera alusión a las inclemencias del tiempo, en esta obra. El frío, el calor y el “viento que sopla”, nada comparado con el hambre, que también hay mucho de eso.

El del Bosque empieza a tirarle de la lengua: el premio será una ínsula, un condado, un canonicato…Eso último, no, ya sabemos que lo eclesiástico no es del gusto de Sancho, él sueña con esa ínsula que, su “liberal” amo, le tiene prometida. Su colega le advierte, hay gobiernos insulanos “torcidos”, “pobres”, “malencónicos”. Y puesto que todos, incluso los mejores, traen quebraderos de cabeza e incomodidades, mejor estarían ambos en sus casas, con sus rocines, sus galgos y sus cañas de pescar.

Qué bien le está pintando a Sancho la vuelta a casa, nada le dice de los terrones que hay que destripar. Por cierto: ¿cómo se las arreglarían, en las faenas, Teresa y sus hijos casi niños, sin su padre? Bueno, no nos salgamos fuera del libro. Rocín, lo que se dice rocín, no tiene; pero le basta con su rucio, ay su rucio, lo que vale. En cuanto a los galgos, los hay sobrados en la aldea, menudos conciertos organizan las noches de luna llena. Ay, María Ángeles, otra vez pones un pie fuera del texto…


Un abrazo a todos los que pasáis por aquí.


Kety nos aclara:

Siento contradeciros, pero no creo que Sancho tuviese una casa con la fachada de piedra. Si alguna había, seguro que pertenecía a un hidalgo.

Las casas -en La Mancha-, la mayoría, el armazón se hacía de tierra prensada, que podían ser de un metro -aproximadamente-, de grosor, y de adobe las paredes interiores. Y encaladas.
Con patios adintelados, columnas y suelo de guijarros, y portadas para las caballerías y el uso de la labranza.
Ahora esas fachadas las van cubriendo de piedra, pero conservando su pared original.
Gracias, Kety.

Curry cumple doce años



Mi mejor amigo de cuatro patas cumple doce años.Felicidades, Curry, aunque no sepas leer.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

"Canción para dormir a un niño pobre" de Victoriano Crémer



Hay que ver qué mala soy sacando fotos a las estrellas.

Poema "Canción para dormir a un niño pobre"
de Victoriano Crémer


Ángeles con espadas
custodian el aire.
Un toro de sombra
mugiendo en los árboles.

Madre, tengo miedo
del aire.

Mira las estrellas.
Aún no son de nadie;
ni son del Obispo
ni son del Alcalde.

Madre, quiero una
que hable.

Patitas de cabra
siguen vacilantes
al osito blanco
de la luna errante.

Madre, quiero un oso
que baile.

Pandero de harina:
luna en el estanque.
Las cinco cabrillas
sin cesar, tocándole.

Madre, se me hielan
las carnes.

Floridas de escarcha
ya son como panes.
La aurora las dora
y acorteza el aire.

Madre, no te oigo.
¡Tengo hambre!

¡Uuuuuuuh…! Duerme, mi niño;
que viene el aire
y se lleva a los niños
que tienen hambre.


Coloco aquí este poema de Victoriano Crémer porque el nombre de este poeta entra , en este momento, a formar parte de mi vida laboral.Y porque me gusta...

Me escribe un comentario la poeta Gelu y nos dice a propósito del poema:
Buenos días:
Lo siento, pero no me gustan los tres versos del final, de este poema de mi admirado paisano Victoriano Crémer, recientemente desaparecido.
En mi libro, los cambio por estos míos:

..no temas al aire,
que con este beso, tu madre,
te quita el hambre.


Le doy la razón a Gelu, un beso de una madre lo puede todo.

martes, 1 de septiembre de 2009

Feliz 2009-2010


Aquí vive una maestra que os dedica a todos, docentes y no docentes, que pasáis por aquí, un feliz curso 2009-2010. Es la particular manera que tenemos de medir el tiempo los de la tiza. Bueno, aunque ya sabemos que el tiempo sólo es una forma de ordenar nuestro caos interior...lo decía un tal Kant, creo.
Este curso voy a tener más Teresas Panzas que Sanchicos,Mi sistema nervioso lo agradecerá...y mi garganta,espero .Ilusión, siempre.
Un abrazo